Pues esto es lo que sucedió, para quien no lo haya visto.
La cuestión, ahora, es: ¿se superó la barrera del sonido? El propio Felix Baumgartner confesó no haber escuchado el estruendo que produce la onda de choque que se genera cuando se supera la velocidad del sonido.
Habrá que esperar a los resultados de las mediciones realizadas. Felix Baumgartner llevaba, entre otros equipamientos, un manómetro con el que iba midiendo la presión absoluta, sensores de temperatura y una sonda Pitot en el casco, para medir su velocidad.