Y volvimos no precisamente con las manos vacías. Una vez más, amigos para siempre. La complicidad y la amistad en esta Tuna… ¡no las tiene ninguna!
Y volvimos, porque se empeñaron en dárnoslos, con el Premio a la Segunda Mejor Tuna y el Premio al Mejor Pasacalles y Ronda.
Gracias, Córdoba, amenazamos con volver.