La profesión de Piloto de Aviación es apasionante. Como muchos de los que me leéis sabéis, fui Director (y profesor) del Título Propio “Graduado Superior en Aviación Comercial; Piloto de Transporte de Línea Aérea”, que comenzó a impartirse en el año 2005 en la Universidad de Salamanca y que terminó dando lugar al “Grado en Piloto de Aviación y Operaciones Aéreas“. Mis amigos y conocidos me preguntaban (y me preguntan) por estos estudios, atractivos, sin duda, porque tienen hijos que están en edad de elegir qué estudiar, y hay algunos que se decantan por hacerse Pilotos Comerciales. Ya no tengo vinculación alguna con ese Grado, pero de la misma forma que entonces remitía a quien me preguntaba a esta documentación que presento aquí, los remito ahora.
La decisión es importante por cuanto el coste de los estudios hasta obtener el correspondiente Grado de Piloto (con la consiguiente Licencia de Piloto Comercial) es notablemente superior al de cualquier otro Grado Universitario, encontrándose en el entorno de los 100 000 € (en la Universidad de Salamanca); una cantidad inaccesible, en la mayoría de los casos, o que puede dar al traste con no pocas economías modestas, en otros.
Por más que en los actos publicitarios de las Escuelas de Pilotos se pinte todo de color de rosa y se afirme que los Pilotos de Aviación ganan muchísimo dinero, viajan, etc., conviene conocer algunas cuestiones y documentarse bien acerca del estado actual y real de las cosas. Siempre dije a quienes querían ganar mucho dinero haciéndose Pilotos que eligieran, mejor, hacerse toreros o, lo que en este momento es mucho más actual, futbolistas.
Los estudios necesarios para llegar a ser Piloto de Aviación no son, ni con mucho, lo que eran cuando sólo se formaban Pilotos en la Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA), en Matacán, Salamanca. Cualquier alumno con aptitudes y, sobre todo, con actitud de trabajo, que haya cursado un Bachillerato Tecnológico o de Ciencias, no debería tener ninguna dificultad para hacerse Piloto. Sin embargo, la dificultad puede aparecer luego a la hora de encontrar trabajo. Mientras la dificultad de los estudios depende del trabajo y el esfuerzo de cada cual, la de encontrar trabajo depende, además, de muchos otros factores que ya uno mismo no controla. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol; nada que no ocurra en cualquier otra titulación. Sin embargo, en ésta aparecen matices que, siendo sólo matices, acaban repercutiendo decisivamente en la empleabilidad del Piloto. He aquí un artículo que publicó Pedro P. Gómez-Bernal, Piloto Comercial y Colegiado 5269 en el Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) en el número 55 de la revista AVIADOR, en el año 2010.
Y he aquí el número completo de la revista:
También es interesante este artículo, en el que se habla de la profesión de Piloto de Aviación como Freelance (lo que en castellano antiguo conocemos como Autónomo):
Las Compañías Aéreas reclaman Pilotos formados en los aviones que operan o, cuando menos, en aviones similares. Las Compañías Aéreas no operan aviones con motores de pistón. Algunas operan aviones con motores de turbohélice y, las más importantes, con motores turbofán. Hasta donde yo sé, ninguna Escuela forma a Pilotos en aviones propulsados con motores de turbohélice y, muchísimo menos en aviones a reacción propulsados con motores turbofán. La propuesta de una Escuela con un avión, al menos, propulsado con motores turbofán fue una de nuestras batallas perdidas cuyas razones jamás pudimos entender, porque la propuesta resultaba perfectamente viable.
La formación en aviones con motores de turbohélice o de turbofán supone unos costes de formación adiciones que disparan los precios de los estudios hasta lo absolutamente inaccesible para el común de los mortales. Y ése es nada más que el inicio del camino. Muchos estudios, mucho tiempo invertido. Pero, lo que en el caso de esta titulación es peculiar, mucho dinero.
Si aún con todo lo leído tu hijo o tú mismo quieres ser Piloto, entonces es que realmente quieres ser Piloto porque es tu pasión. Ya lo dije al principio: la profesión de Piloto de Aviación es apasionante. Te llenará y te hará feliz.
Pero piénsalo mucho antes de decidirte a tirar por ese camino porque si la aventura sale mal, te puede costar una vida a ti y otra a cada uno de los tuyos. Y ni tú tienes otra vida ni ellos tampoco.